Prepara una deliciosa tarta de galletas sin hornear para sorprender a tus seres queridos con un dulce exquisito. Combina suaves capas de galletas con una crema dulce y deliciosa. La preparación es sencilla y apta para todos. Ideal para cualquier ocasión, puedes personalizarla con ingredientes como chocolate o frutas. Disfruta de un postre sorprendente sin necesidad de encender el horno. Sigue los pasos para un resultado perfecto y delicioso. Regálate a ti y a tus seres queridos un momento de sabor único. ¡Prepárate para la magia de esta tarta que se derrite en tu boca!
Ingredientes:
- 400 gramos de galletas tipo María o galletas Digestive
- 500 ml de leche
- 200 gramos de azúcar
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharadas de cacao en polvo (opcional)
- Decoraciones de tu elección (chips de chocolate, nueces, frutas, etc.)
Preparación:
- Prepara la mezcla líquida: En un bol grande, vierte la leche y añade el azúcar y la esencia de vainilla. Mezcla bien hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Incorpora la mantequilla: Agrega la mantequilla a temperatura ambiente a la mezcla líquida y mezcla hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
- Opción de chocolate: Si deseas una variante de chocolate, añade el cacao en polvo y mezcla hasta que esté completamente incorporado.
- Monta la tarta: Toma una fuente o molde apto para refrigeración y comienza a montar la tarta. Coloca una capa de galletas en el fondo de la fuente, asegurándote de cubrir toda la superficie.
- Alterna capas: Vierte una capa de la mezcla de leche y mantequilla sobre las galletas, asegurándote de cubrirlas por completo. Repite este proceso alternando capas de galletas y mezcla hasta que hayas utilizado todos los ingredientes.
- Decora y finaliza: Finaliza la tarta con una capa de mezcla y decora la parte superior con tus ingredientes favoritos, como chips de chocolate, nueces o frutas frescas.
- Refrigera la tarta: Cubre la tarta con papel film o una tapa y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Esto permitirá que las galletas se ablanden y se forme una textura perfecta.