Ingredientes:
- 5 huevos
- 250 g de azúcar
- 250 g de harina
- 50 ml de agua
- 25 ml de aceite
- 8 g de levadura química
- Ralladura de limón
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Preparación:
- Precalienta el horno a 170°C y prepara un molde de 20 cm engrasándolo con mantequilla o aceite y colocando papel vegetal en su base.
- Separa las yemas de las claras en dos recipientes diferentes.
- Bate las claras a punto de nieve con una batidora eléctrica. Cuando estén casi montadas, agrega la mitad del azúcar y continúa batiendo hasta obtener un merengue firme. Reserva.
- En otro recipiente, bate las yemas con la otra mitad del azúcar hasta que estén cremosas y de un color más claro.
- Agrega el agua, el aceite, la ralladura de limón y la esencia de vainilla a las yemas batidas. Mezcla bien.
- Incorpora la harina y la levadura tamizadas a la mezcla de yemas. Mezcla con movimientos envolventes hasta que estén bien incorporadas y obtengas una masa homogénea.
- Con movimientos suaves y envolventes, añade las claras montadas a la mezcla de yemas y harina. Es importante hacerlo con cuidado para que no se bajen las claras y el bizcocho mantenga su esponjosidad.
- Vierte la masa en el molde preparado y extiéndela de manera uniforme.
- Hornea el bizcocho en el horno precalentado a 170°C, con calor arriba y abajo, durante aproximadamente 40 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro del bizcocho, este salga limpio.
- Una vez listo, retira el bizcocho del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo y dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla.
¡Y ahí lo tienes! Un delicioso bizcocho clásico esponjoso listo para disfrutar en cualquier ocasión. Puedes servirlo solo o acompañado de tu cobertura o decoración favorita. ¡Que lo disfrutes